En sus inicios, la empresa operaba con ocho personas en un galpón de 200 m2, donde funcionaba una sierra huincha, un despuntador y una cepilladora machihembradora, mientras que el banco aserradero tipo malloquino estaba emplazado en el bosque, como solía hacerse antiguamente.

La empresa familiar fue creciendo y de a poco el aserradero tipo malloquino fue cambiado por uno mecanizado y automatizado marca Turbina, tipo carro huincha, importado desde Brasil. De esta manera, 1991 fue el año que marcó un hito importante en términos de desarrollo de maquinaria y tecnología. Asimismo, la parte de elaboración de madera también se modernizó, producto de un viaje a Alemania, país de donde se trajo una cepilladora moldurera marca Weinig.

A fines del año 1999 se retira de la sociedad el fundador Ismael Morán Valdés, dejando a su hijo Ismael Morán Espinoza a la cabeza y como único dueño. Éste a su vez incorpora al negocio familiar a sus dos hijos: Ismael y Pablo Morán Maire.

Desde 2000 en adelante la nueva dirección de la empresa canalizó las inversiones hacia la compra de predios forestales, de esta manera se ha mantenido un ritmo de crecimiento constante del patrimonio forestal.

Con el fin de prestar servicios forestales de plantación, manejo y cosecha de los bosques de la maderera, se crea en 2007 la Sociedad de Servicios Forestales San José y Cía. Ltda. De la misma manera, se crearon dos sociedades adicionales: Tramep Ltda., asociada al transporte de maderas, y la más reciente, Remmep Ltda, servicios de secado y remanufactura de maderas, integrando de esta forma los procesos asociados al rubro.

En la actualidad, el grupo conserva la misma ubicación de sus orígenes, pero cuentan con un capital humano sobre las 50 personas y con instalaciones que superan los 5.000 m2, emplazadas en un sector industrial de 4 hectáreas.

Por último, cabe destacar que la empresa forma parte de “Radiata del Maule”, una alianza estratégica de ocho productores madereros de la zona.